Experiencias Polacas (2) y ensoñaciones aéreas (3)

Como habrás comprobado en el título he decidido mezclar dos entradas en una. ¿Por qué?. Pues obviamente porque voy a hablar de mis pensamientos en los vuelos del viaje a Polonia.

El vuelo Madrid-Varsovia, ha sido de los mejores que recuerdo desde mi primer vuelo a Palma con 11 ó 12 años.
Y es que el domingo 26 de Octubre fue un día completamente soleado en las regiones de Europa que fuimos atravesando. Gracias a esto y a pedir ventana (siempre la pido), pude disfrutar de un viaje de 3 horas mirando el “paisaje”. Como si de un autobús se tratara, iba tratando de adivinar los lugares que cruzábamos velozmente.
Los Pirineos con nieve incipiente:




Y por supuesto los Alpes con sus glaciares y sus valles:





Lo cierto es que era la primera vez que veía los Alpes, y me impactaron.
Aún a 11.000 m de altitud se ven muy cerca. Y es que estamos hablando de montañas con altitudes medias de 4000 m, cuyo punto culminante es el Mont Blanc, con 4.810 metros de altitud. Mientras que los pirineos los dejas atrás en unos minutos, los Alpes tardan en pasar bastante tiempo. Tiempo, en el que si eres curioso como yo, no te sentirás defraudado observándolos.

Sólo, casi al final, apareció un cúmulo de nubes, pero hasta estas tenían su encanto.




Cerca ya de Polonia el paisaje cambia. Se vuelve una planicie en la que sobretodo destacan las centrales térmicas. No se por qué pero pasados los Alpes proliferaban como setas, lanzando su contaminante humo a la atmósfera.

El aterrizar en Varsovia, también es sorprendente. En vez de perder altura y velocidad progresivamente, el avión se lanzó en picado y comenzó a frenar mucho después de lo que parecía normal.
El paisaje de la capital Polaca sorprende por su proliferación de casas bajas y su escasez de grandes edificios, tan diferente del paisaje de las ciudades Españolas. Un paisaje muy verde y con mucha extensión de calles.


Al final está claro que lo que sorprende es lo que nunca o pocas veces has visto; lo que se sale de lo normal y rutinario.