domingo, 5 de octubre de 2008

Entrada fresquita para el domingo (3)

Vuelvo al día elegido para publicar esta entrada, puesto que hoy no hay nada relevante que altere mi programa.
Así que hay van los chistecillos con los que espero que la vuelta a la realidad del lunes sea más llevadera.

Para empezar uno un poco largo:

Un niño de 9 años vuelve a casa antes de lo previsto al haber acabado las clases antes.
Al entrar, ve a su madre con un hombre que no conoce desnudos en la cama, y al darse cuenta que no se han percatado de su presencia, se esconde en el armario para observar lo que hacen.
En esto que el marido de la mujer llega también antes de hora, y la mujer mete a toda prisa a su amante en el armario sin darse cuenta que dentro estaba su hijo.
El niño dice: - Está muy oscuro aquí dentro.
El hombre contesta sorprendido: - Si, así es.
Niño: - Tengo un balón de fútbol.
Hombre: - Ah, muy bien.
Niño: - ¿Quieres comprarlo?
Hombre: - No, gracias.
Niño: -Mi padre esta ahí fuera.
Hombre: -De acuerdo, ¿cuanto pides por el?
Niño: - 500 Euros
Hombre: -Un poco caro, pero de acuerdo.

Unas semanas más tarde sucede de nuevo lo mismo, y el niño y el amante se encuentran de nuevo escondidos en el armario.
Niño: - Está muy oscuro aquí dentro.
Hombre: - Si, así es.
Niño: - Tengo unos guantes de portero."
El amante, recordando la última vez que se encontraron, pregunta: - ¿Cuánto pides por ellos?
Niño: - 500 Euros.
Hombre: - De acuerdo.

Pocos días mas tarde, el padre le dice al niño: - Coge tu balón y guantes de portero, y vamos fuera a jugar un rato.
El niño contesta: - No puedo, los he vendido.
El padre pregunta: -¿Por qué precio?
Niño: - 1000 Euros
El padre contesta: - Es terrible aprovecharse de un amigo... Ese precio es exagerado por las dos cosas... Hoy vamos a la iglesia para que te confieses.
Juntos se dirigen a la iglesia, y una vez allí el padre mete al niño en el confesionario.
Niño: - Esta muy oscuro aquí dentro.
El cura contesta: - No empieces de nuevo con esa mierda.


Una traca de chistes rápidos:

- Joven, hace mucho que visita a mi hija. ¿Quiero saber si viene con buenas o malas intenciones?
- ¿Puedo elegir?


- Mire, tenemos que hablar. Su hijo ha escrito en la pared el nombre de mi hija con una meada.
- Bueno, no le de mayor importancia, son cosas de críos.
- Ya, ya... pero es que es la letra de mi hija.


Un tío en la calle se queda embobado mirando a dos pibones que pasan por su lado cuando una de ellas, indignada por el descaro del mirón, le espeta:
-¡¡¿¿ Tú que coño quieres??!!
-¿¿¿ Puedo elegir ????


Ese novio que va a ver al padre de la novia
- Hola buenos días, vengo a pedir el coño de su hija.
- ¿Cómo el coño?. ¡Será la mano! ¿no?.
- No, más pajas no, por favor.


- Rodrigo, ¿tu mujer que tal folla?
- Pues tengo un lío tremendo. Unos dicen que bien, otros que mal...
- ¿Y grita mucho?
- Ya te digo. La oigo desde el bar.


Otro largo y un poco "cochino":

Una mujer se pone a hacer gimnasia desnuda en el cuarto de baño. Al terminar un ejercicio se lanza al suelo abierta de piernas con tan mala fortuna que sus partes íntimas hacen ventosa y se queda adherida al mármol.
Al llegar su marido intenta infructuosamente despegarla del suelo. En vista de que parece imposible deciden llamar a un profesional de las reformas para ver si a él se le ocurre como despegarla.
Nada mas llegar el albañil dice:
- ¡Ésto esta tirao!. Ahora mismo picamos el mármol de debajo de su señora entra aire y se despega.
El marido le responde:
- Por los cojones va a picar el mármol travertino del suelo. Así que ya puede tener otra idea.
El albañil, tras pensar un rato, empieza a darle un morreo descomunal a la señora, al tiempo que la toca los senos. El marido, indignado, le pregunta que qué coño hace. A lo que el albañil responde:
- ¿Pues que voy a hacer?. Calentarla. A ver si con la ventosa húmeda nos la llevamos empujando a la cocina y como allí el suelo no es de mármol, espero que me dejara picar, ¿no?.


Y para terminar, mis preferidos, los de habitantes del mundo. En este caso uno de dos vacos:

- Oye Patxi, ¿tus vacas fuman?....
- No, ¿por qué lo dices?.
- ¡Ay va tú!, pues entonces se te está quemando el caserío.

1 comentario:

Jesús Rodríguez Ferreras dijo...

El primero el mejor, sin ninguna duda. Como siempre me has hecho arrancar más de una carcajada. Espero que mi vecina no piense que estoy loco.